Thursday, November 23, 2006

Fashion

Alguna vez, fui artista activa; escribía, actuaba. Y algunos decían que era buena.
Lo recordé esta mañana, mientras me maquillaba. Y fue por contraste, porque la vida actual está muy alejada de aquéllo. Hoy, me siento superficial, materialista, neoliberal, conservadora, de derecha; casi del Opus Dei (si no fuera por el sexo)
Y así, encaramada en mis tacones de aguja, perfectamente maquillada, ataviada con un traje de diseñador, tomé mi cartera de cuero; percatándome que no estaban mis gafas oscuras. Fui a buscarlas y me pareció que no veía las Chanel (aunque buscaba las Calvin Klein)y me asusté. Al final de la gaveta reposaban mis primeras gafas de diseñador (las de Chanel)Sentí gran alivio. Y comprendí, que todo en mi casa es caro:
Las gafas, los zapatos, el paraguas, las carteras, las joyas.
No sé; imagino que me fui al extremo opuesto, por reacción rebelde.
Es decir, cuando era artista, era pobre. Todo el dinero era para libros y comida. Sin embargo, la vida era muy rica. Y en algún momento, me sentí obligada a escoger entre el dinero y el arte. Escogí el dinero.
Y luego, todo pasó muy rápido, hasta el día de hoy, en que estoy rodeada de todo lo que el dinero pudo comprar.
Quizás son etapas.
Anoche, estuve en el bautizo de un libro. El libro de un artista. Entendí y compartí perfectamente su discurso de bautismo y recordé todo. Mi esposo estaba sentado a mi lado, y comprendí, por qué nos juntamos. Él también es un artista que escogió el dinero; pero ambos seguimos cojeando del corazón y lanzarnos sin red, al encontrarnos, era lo natural.

Hoy, tratamos de conjugar satisfacción con deber. Bueno, él trata mejor que yo. Yo sigo siendo radical; amén de tener que resolver conflictos internos.

Creo, que estoy arrepentida de haber decidido, en su momento, por el dinero. Creo, que debí resistir y esforzarme. Estoy segura que me sentiría mejor.
Mi esFue una buena época

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