Friday, May 11, 2007

Betty

La experiencia de mis amigas, y la mía propia, ha sido que las mujeres perdonan cualquier ofensa de sus maridos.Todo, menos los cachos.

Ese fue mi caso.
Al final, fue simplemente, cansancio del irrespeto.
Ojo, no fue que me montaron cachos repetidas veces y yo aguanté. No. A los primeros indicios de una posible infidelidad, yo enfrenté a mi esposo. Él juró que yo era la única mujer en su vida y yo le pedí que el bochinche terminara.
Sin embargo, él continuó haciendo comentarios hirientes sobre el tema; porque le molestó que yo pidiera el cese de su relación con la tercera. Y fue ahí cuando pensé que no tengo por qué aguantar vejaciones de nadie.
Y decidí irme. Y me fui.

Lamentablemente, nadie aprende en cabeza ajena. Tuve que pasar por esta experiencia de maltrato continuado, para entender que nunca debe permitirse la falta de respeto. Que sí hay que terminar una relación por cualquier comentario ofensivo. Porque las personas que valen la pena tratan con respeto a sus semejantes; porque las personas que valen la pena no hacen chistes a costillas de su pareja; porque las personas que valen la pena son incapaces de decir cosas de las que después tengan que arrepentirse. Es cierto, ese comentario cursi que dice, "Amar es nunca tener que pedir perdón".

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