Viernes

A la mayoría de las personas, les gusta el viernes.
A mí me gustó un tiempo. Ahora, no es sinónimo de descanso.
Verán; trabajo de Lunes a Viernes y mi esposo es fanático de salir a hacer cosas los sábados: La tintorería, la costurera, el mercado, las tiendas, las ferreterías. Y la mayoría de esos negocios trabaja hasta el mediodía, por lo que me obliga a levantarme temprano y salir.
Los viernes son muy tristes para mí.

Sin embargo, he encontrado un consuelo para los viernes: Puedo vestirme un poco más informal.
Así, aproveché mi estadía en Baires, para comprar unos deliciosos sweateres de cachemira, que uso los viernes y cada vez que necesito vestirme rápido.
Lamentablemente, la gente se confunde y cree, que porque uso un sweater, una camisa y un pantalón, soy una persona sin importancia. Es fabuloso, luego, ejercer la autoridad debida; aún con el sweater.
Siempre he deseado tener un trabajo, en el que el hábito no haga al monje. En el que tengo actualmente, el hábito hace la mitad del trabajo. Y ni siquiera soy modelo.



Alguien dijo (un escritor francés) que había que vivir mal, para escribir bien. Es absolutamente cierto para mí.
Me digo, que escribiré, cuando mi casa esté terminada y tenga espacio para ello. Pero creo, que será dentro de un buen tiempo.