Vacaciones

Tengo años con el dilema de encontrar el labial natural perfecto.
La temporada pasada estuve feliz, porque el rojo era el must have.
Esta temporada volví a mi dilema; sin embargo, probé un sepia y estoy ¡encantada!
Me parece que esta temporada de sol y playa no va bien con un labial rojo; a menos, que te vistas de blanco y seas rubia. Quizás en la noche, también podrías usarlo. Sin embargo, en el día es de rigor un color más suave, más natural; que combine con tu bronceado.
Y así, feliz con mi sepia, pensé en que estoy desesperada por tener vacaciones.
Quiero vacaciones a la orilla de la playa o de la piscina. Quiero ponerme mi traje de baño y olvidarme del mundo.

Socialismo Vs. Humanismo

En estos días en los que se habla tanto de Socialismo, una amiga me acusó de estar en contra de esta corriente. Y es importante aclarar el punto. No estoy en contra del Socialismo; sólo estoy a favor de la libertad de escoger.
Quiero libertad, para escoger si quiero tener un pantalón o diez.
Algunos pueden decirme que el afán de acumular objetos es inducido por el Capitalismo en el que he sido educada. Quizás es cierto; pero no es menos cierto que la necesidad de poseer cosas es innata del hombre. No pertenece a este sistema económico o a este otro. La prueba de ello son los asentamientos prehistóricos. En todos se han encontrado objetos alrededor de las osamentas.

Es cierto que el prehistórico creó objetos utilitarios; pero es cierto también, que cuando el hombre creó objetos para adornarse, comenzó a evolucionar como Homo Sapiens.
De hecho, una de las diferencias entre el Neanderthal y el Homo Sapiens fue la capacidad de crear objetos de adorno personal.
Entonces, al ver toda la joyería que engalana mi cuerpo, no puedo entender cómo existen individuos que pretenden cercenar nuestras cualidades humanas.
La libertad es lo que hace al hombre hombre. Y la libertad sirve también para escoger cómo quiero vivir. Es inhumano que un sujeto pretenda imponer a otros su perspectiva de la vida.

Si usted quiere vivir con un solo pantalón y una sola camisa; ese es su derecho. Pero si yo quiero tener doscientos pantalones, trescientas camisas y joyas, ese es mi derecho. Y no puede permitirse que nadie cercene el derecho a ser humanos.

No tengo nada en contra del Socialismo. De hecho, estoy en contra de la explotación y los privilegios. Sin embargo, estoy completamente a favor de la libertad. El que cercena la libertad de los otros tiene miedo a que sea descubierta su propia inmundicia o, simplemente quiere subyugar. Y eso es inhumano.

Nadie tiene derecho a callar a los otros, nadie tiene derecho a decidir cómo deben vivir los otros.